Guía Episodios

Introducción

Acto 1

Acto 2

Acto 3

Acto 4


Producción #V910 - Episodio 10


GUIÓN
Susanne Beck


DIRECCIÓN
Denise Byrd


PRODUCCIÓN
Carol Stephens

SCREENGRABS
Judi Mair


GRÁFICOS
Lucia


TÍTULO EPISODIO GRÁFICO
MaryD

TRADUCCIÓN
XENACENTRO



INTRODUCCIÓN

 

ABRE DE NEGRO:

 

EXT. PUEBLO-TARDE

La noche se cierne rápidamente sobre el pueblo de Lemonas, pero para sus residentes, la llegada de la oscuridad provoca mucho menos inquietud que el predicamento en el que ahora se encuentran. La temporada de sequía terminó finalmente con una fortísima tormenta cuyos rayos, alcanzaron  los leños secos en los techos de paja, desencadenándose un infierno.

Hombres, mujeres, e incluso niños se apresuran con baldes de agua y rastrillos en un intento frenético de extinguir las llamas antes de que destruya el pueblo y todo en él, incluyendo el gran establo y la enorme provisión de granos almacenada en tanques colocado al  este del mismo.

Xena y Gabrielle, atraídas por el humo y los gritos, se apresuran a ayudar. Xena de pie y con mano firme ayuda a sacar a los asustados caballos de sus llameantes aposentos, mientras por el pueblo, Gabrielle parada sobre el techo de la posada de la villa, lo  humedece para prevenir que el fuego se extienda.

Desde su posición en el techo, Gabrielle puede ver a una mujer corriendo de un lado a otro, tirándose de los pelos y gritando. No puede ponerlo en palabras, pero sabe que la mujer esta en problemas.

 

GABRIELLE

¡Sostén esto!


Entrega el cubo de agua a un hombre de mediana edad, se abre camino a la escalera y baja deslizándose rápidamente por ella. Corre hacia la mujer, Gabrielle toma gentilmente a la mujer del codo y la vuelve hacia ella.

 

GABRIELLE

(continua)

¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema?

 

MUJER

¡Mi bebe! ¡¡Oh,

por favor… mi bebe!!

 

Gabrielle mira en de rededor, pero no ve ninguna criatura en el área.

 

GABRIELLE

¿Dónde esta ella?

 

 

MUJER

¡Yo... nuestro caballo… se prendió fuego y

yo… yo solo la deje por un minuto!

Debe haber regresado adentro, y

yo... no puedo…

¡Por favor! ¡Ayúdeme! ¡¡Mi bebe!!

 

Se dirige a los establos, Gabrielle busca a Xena en el área. Finalmente la ve controlando dos caballos encabritados que amenazan con largarse en estampida por el pueblo. Se voltea a la afligida mujer.

 

GABRIELLE

De acuerdo, te ayudare a recuperar

a tu hija. Ven muéstrame

donde esta.

 

La mujer se voltea y corre al borde oeste del pueblo, Gabrielle le pisa los talones.

 

CORTE A:

EXT. CASA - CREPUSCULO


El techo de la pequeña cabaña fue tragado casi completamente por las llamas. Mirando dentro por la ventana pequeña, y entreabierta, Gabrielle ve lenguas de fuego cubrir el suelo y las paredes. También escucha con bastante claridad, el llanto de una pequeña criatura, a pesar del rugido de las llamas y el lamento de la mujer. Apretando los dientes, Gabrielle voltea hacia la mujer.

 

GABRIELLE

(continua)

Tu manto.

 

 

MUJER

¿Mi qué?

GABRIELLE

Tu manto. Lo necesito.

 

Con lentos y desconcertados movimientos, la mujer se desenvuelve el manto de sus angostos hombros  entregándoselo.

 

GABRIELLE

(continua)

¡Gracias!


Le quita una cubeta de agua a un hombre que va pasando y ahoga el manto en ella hasta que esta completamente empapado de agua. Sacándolo, envuelve su cabeza en él y le dedica a la mujer una preocupada sonrisa.

 

GABRIELLE

(continua)

Deséame suerte.

 

Con una ultima mirada hacia los establos y Xena, se apresura a entrar en la casa, sin prestar atención al peligro que la rodea.


CORTE A:

INT. CASA - CREPUSCULO


Con la cabeza y los hombres cubiertos por el manto, Gabrielle entra corriendo a la casa. El calor es avasallador,  el humo la ahoga, llevándose una esquina del manto para cubrir su nariz y boca. Escuchando cuidadosamente, encuentra el rastro del ahogado llanto de la criatura y se dirige en esa dirección, sosteniendo una mano extendida frente a ella para guiarse a través del espeso humo. Una brasa encendida aterriza en su antebrazo y ella la quita de un manotazo con un pequeño quejido de dolor y sigue adelante.

 

En un diminuto cuarto en el rincón sur de la cabaña, encuentra a la criatura; es una pequeña niña de no más de tres años. Quitándose el manto de su rostro, le dedica a la niña su más brillante sonrisa.

 

GABRIELLE

(continua)

Hola, dulzura. Necesito

que vengas conmigo, ¿ Esta

bien? Tu mamá está esperando

allí afuera por ti.

 

La niña da un paso indeciso hacia la rubia desconocida. Una pila de paja llameante cae desde el cielo raso, la niña grita y se aleja corriendo, alejándose a lo profundo del pequeño cuarto. Se agacha en el rincón, tosiendo.

 

Abriéndose paso a través de la paja flameante a golpes de manta, Gabrielle avanza dentro del cuarto y alza a la llorosa niña en sus brazos. Entonces busca su camino fuera del cuarto y hacia la puerta.

 

Justo entonces, una larga viga del techo de madera se derrumba frente a ella, bloqueando su camino hacia la puerta con una pared de fuego. La niña grita de nuevo mientras Gabrielle brinca hacia atrás, eludiendo por poco el ser severamente quemada. Tratando de calmar a la frenética y  escurridiza niña, Gabrielle mira al rededor buscando otro camino de escape.       

No hay ninguno.


De repente, el fuego empieza a silbar mientras muchos baldes de agua son tirados a él, pero éste ruge al instante, pareciendo más alto y feroz esta vez. Una sonrisa se aparece sobre en su cara mientras un hormigueo familiar invade sus entrañas      anunciando un grito de guerra, más precioso para ella que cualquier joya.


Un segundo después, Xena vuela a través de las llamas. Cayendo al piso, se agacha, rueda, y salta al ponerse de pie.

 

XENA

No podías esperar para encontrar

problemas, ¿no?

 

 

GABRIELLE

(ácida)

Bueno, tú me conoces. Siempre

en búsqueda de aventuras.

 

XENA

Mm.

 

Agarrando a la niña de los brazos de Gabrielle, Xena espera hasta que las llamas disminuyen luego de más baldes de agua. Con un suave gemido, echa a la niña a través del humo que se disipa hacia los brazos de un hombre que espera cubierto de hollín.

 

El resto del techo escoge ese preciso momento para caerse al rededor de ellas, tirándolas a ambas al piso. Gabrielle se echa encima de la espalda de Xena, su cuerpo protegiendo a su pareja lo más que puede. El manto empapado protege la parte de arriba de su espalda y su cabeza de las cenizas que caen, a pesar de que pedazos de paja en llamas caen sobre  sus piernas sin compasión. Cuando siente la lluvia de fuego disminuir, rápidamente rueda quitándose de Xena y mira su cara negra por el hollín.
    

GABRIELLE

¿Estás bien?

 

 

XENA

(sonriendo falsamente)

De maravilla. Ayúdame a quitarme

esta viga de mis piernas, ¿si?

 

Con un suave grito, Gabrielle se pone de pié  y, arroja el manto, envolviéndolo alrededor de un extremo de la viga que sisea al contacto del agua expeliendo humo. Flexionando de sus piernas, emplea  toda su fuerza para levantarla. La viga se mueve, pero no lo suficiente para liberar las piernas atrapadas de Xena.

 

XENA

(continúa)

Espera un momento. Déjame ayudarte.

¿Lista? Uno… dos… ¡tres!

 

Juntas reúnen la fuerza necesaria para mover la viga de las piernas de Xena. Xena se da vuelta sobre su espalda, aliviada.

 

GABRIELLE

Espera un segundo. ¿Hay algo

roto? ¿Puedes moverlas?

 

XENA

Estoy bien.

 

Para probarlo, Xena rueda sobre sus rodillas, luego se para. El fuego aún arde alrededor de ellas a pesar de la gran cantidad de agua que le fue arrojada.

  

GABRIELLE

¿Ahora qué?

 

Xena mira hacia arriba donde el techo había estado unos minutos antes. Lanzándole  a Gabrielle una sonrisa maliciosa.

 

XENA

¿Lista?

 

GABRIELLE

De alguna manera sabía que

esa iba a ser tu elección.

 

XENA

Eso es lo que me pasa por ser

predecible. ¡Sujétate!

 

Emitiendo su grito de guerra, Xena las levanta a ambas derecho hacia el hueco del techo, da un bote y aterrizan en el suelo sin percances. Gruñe levemente mientras sus piernas heridas absorben la descarga de la caída y Gabrielle se retira dirigiéndole una severa mirada.    

GABRIELLE

De maravilla, ¿no?

 

XENA

Viviré.

 

 

GABRIELLE

El jurado aún está

deliberando  sobre eso.

 

CORTE A:

EXT. CAMPAMENTO - NOCHE


El fuego es exitosamente apagado sin la pérdida de ninguna vida. Muy a pesar de los agradecidos locales, Xena y Gabrielle deciden acampar a una corta distancia del pueblo para su muy necesaria privacidad.


Gabrielle, con sus quemaduras menores ya cuidadas y cubiertas, ahora se concentra en las heridas y quemaduras de su pareja. Vendando la última en la parte de arriba del muslo, justo debajo del cuero, le sonríe y le da palmaditas a su mulso. Xena le sonríe de vuelta

 

XENA

Gracias.


GABRIELLE

De nada. ¿Estás pensando

lo mismo que yo?


XENA

¿Vacaciones?


GABRIELLE

Oh, si.

 

 

FUNDIDO A NEGRO.
 

FIN DE LA INTRODUCCIÓN

ACTO UNO