Guía Episodios | Introducción | Acto 1 | Acto 2 | Acto 3 | Acto 4 |
| |||||
ACTO DOS ABRE
DE NEGRO: EXT.
ESTABLO - EN LA MAÑANA Xena
y Gabrielle están en el establo, preparándose para el viaje a Paraíso.
Ersep está de pie en las sombras mirando cómo Xena inspecciona cada
caballo mientras los ensilla. XENA Los
caballos se ven bien. Los
animales relinchan y asienten al unísono. Gabrielle ríe suavemente
mientras los observa hacer cabriolas orgullosos. GABRIELLE ¿Cómo
conseguiste que su pelo
brillara tanto, Ersep? Ersep
sale de las sombras con el cepillo que usó sobre ellos, y el bote de
crema. ERSEP Vicus
me dio esto para que lo usase sobre
sus caballos. No se lo devolví. Intrigada,
Xena toma el bote, lo huele cuidadosamente y se lo devuelve a Ersep. Ha
despertado su curiosidad. XENA ¿Te dijo él qué es esto?
ERSEP No.
Dijo que lo hizo él mismo y
que sólo lo usara sobre
sus caballos. XENA Bueno,
quizás él compartirá
su secreto. Xena
mira a Gabrielle que ya está en su silla. XENA (continúa) Ersep,
asegúrate de que tu madre
haga esos ejercicios que
le enseñé, ¿vale? Ersep
asiente con ilusión. ERSEP Ella
va a volver a
caminar, ¿verdad? GABRIELLE ¡…y
a bailar también! Xena
monta a Argo II y las dos dicen adiós a Ersep. CORTE
A: EXT.
CAMINO A PARAISO - A MEDIA MAÑANA Xena
y Gabrielle están a mitad de camino de Paraíso y se encuentran con una
larga fila de carros de pasajeros llenos de enseres del hogar, niños,
ancianos, y una gran variedad de animales de granja. GABRIELLE Esto
parece una ciudad entera
que se mueve Gabrielle
trota hasta la última carreta del grupo y se centra en el joven que la
conduce. Cuando ella se acerca, se da cuenta de que la esposa del joven no
parece muy feliz. GABRIELLE (continúa) Hola.
Lindo día. MUCHACHO Sí,
lo es; y será mejor cuando
lleguemos a Paraíso, ¿verdad,
Sela? Sela
empieza a hablar, pero cambia de idea cuando ve la expresión severa de su
marido. GABRIELLE ¿Oh? ¿Acamparéis
allí esta noche?
MUCHACHO No,
vamos a establecernos allí.
Todos nosotros. GABRIELLE Uau.
Es mucha gente para establecerse. ¿Es
Paraíso capaz
de albergaros a todos? MUCHACHO Sí. Ya
tenemos nuestra tierra elegida
y pagada. GABRIELLE Oh,
así que... ¿habéis estado
allí antes? MUCHACHO Bueno,
no. Pero parecía un buen
lugar en el mapa. Xena
sube a tiempo para oír por casualidad la referencia al mapa y mira a
Gabrielle. GABRIELLE ¿Compraste
la tierra sin
haberla visto? MUCHACHO Claro. Todos
lo hicimos. No podíamos renunciar
a tan buen negocio. XENA ¿Quién
te vendió la tierra? MUCHACHO Fue
el fundador de la ciudad; un
hombre llamado Vicus. Xena
llama la atención de Gabrielle de nuevo y le hace señas para que se
muevan delante de la fila. Se alejan de los vagones frontales, y Xena
continúa avanzando hasta que se encuentran a bastante distancia delante
del tren. XENA ¿No
te huele algo a podrido? GABRIELLE ¿Oler?
Xena, ¡apesta! ¿Quién compraría tierras sin haberlas visto nunca?
XENA Evidentemente
mucha gente. Xena
mira atrás sobre su hombro a la fila de vagones ahora apenas visible. XENA (continúa) Vamos,
pongámonos en camino hacia Paraíso. FUNDE A: EXT.
CIMA DEL CAMINO SOBRE EL PUEBLO - FINAL DE LA TARDE Gabrielle
y Xena están sentadas en sus caballos en la cima de una colina. Debajo
hay un pintoresco valle con exuberantes y verdes campos de pasto para el
ganado, campos arados preparados para el cultivo y flores silvestres al
borde del camino, que conduce a una ciudad pequeña pero bulliciosa. GABRIELLE Bueno,
ciertamente parece
próspera. XENA Si
algo parece demasiado bueno
para ser verdad... GABRIELLE ...
es generalmente demasiado bueno
para ser verdad. Cabalgan
hacia la ciudad. Las casas están
limpias y caras amigables les dan la bienvenida. Las casas
están un poco juntas, pero distribuidas en ordenadas filas con limpios
jardines e hileras de flores que bordean los caminos hacia las puertas.
Las vallas están perfectamente derechas y los animales parecen limpios y
aseados. Gabrielle sonríe mientras llega a la ciudad, pero la cara de
Xena muestra una estoica cautela. Entran al mercado principal y
Gabrielle sonríe ampliamente. GABRIELLE (continúa) ¡Xena,
mira el género que estos mercaderes
tienen a la venta! Gabrielle
observa que las piezas de paño son exquisitas en el diseño y el color.
Cabalgan despacio por el mercado percibiendo la excelente calidad de las
mercancías en los puestos. Se acercan al centro de la plaza y
Gabrielle dirige su cabeza hacia el olor de la comida cocinada que flota
en el aire, desde una ventana de la cocina de la posada local. GABRIELLE (continúa) Mmmm...
¿y qué es ese
maravilloso olor? Xena
oye como el estómago de Gabrielle gruñe fuertemente mientras el olor
llega desde la ventana abierta de la posada. XENA Cordero
asado. Gabrielle
mira a Xena anticipándose. XENA (continúa) Bueno,
tenemos que quedarnos en algún sitio esta noche. Supongo que éste servirá, ¿no?
Gabrielle
dirige con impaciencia a su caballo hacia la posada, deslizándose de la
silla cuando éste se detiene delante de la puerta. Un sonriente
joven sale precipitadamente de la posada mientras Xena se detiene cerca de
Gabrielle y desmonta. MUCHACHO Bienvenidas
a Paraíso, damas. ¿Puedo
cuidar de sus caballos? Levantando
una ceja a la observación de “damas”, Xena atraviesa al muchacho con
una fiera mirada. XENA Me
gustaría ir yo sola a
la herrería, Gabrielle… GABRIELLE Conseguiré
una habitación y
pediré algo para cenar. MUCHACHO JOVEN Sígame,
señorita… Él
nota una vez más que Xena frunce el ceño Xena y traga con fuerza. MUCHACHO JOVEN (continúa) …
uh… sígame, por favor. Gabrielle
da un codazo a Xena en un costado antes de que se marche. GABRIELLE Xena,
¿qué problema hay? Realmente, este lugar se parece al paraíso.
XENA Ese
es el problema, Gabrielle. Esto
se “parece” al paraíso. CORTE
A: EXT.
EL MERCADO - TEMPRANO EN LA TARDE Xena y Gabrielle caminan por el todavía alborotado mercado aunque el sol ya se ha puesto. GABRIELLE ¡Esa
comida fue magnifica! Xena
simplemente asiente con la cabeza al observar los puestos aseados y a los
vendedores sonrientes. XENA Gabrielle,
echa un vistazo alrededor y dime
si hay algo que te parezca extraño
en este mercado. Gabrielle
toma un momento para escudriñar la zona. GABRIELLE Todos
sonríen y, bueno, toda la mercancía parece
de primera clase. XENA Correcto.
Pero escúchalos. Gabrielle
y Xena caminan por el mercado escuchando las conversaciones. FRUTERO Buenos
días, señor. ¿Cómo
puedo ayudarlo? HOMBRE Esas
manzanas son perfectas. ¿Cuánto cuesta
una cesta de manzanas? FRUTERO Para
usted, amigo mío, cinco dinares. HOMBRE Muy
bien. Muchas gracias. HERRERO Puedo
tener sus zapatos listos
para mañana. HOMBRE JOVEN Puedo
esperar cuanto le resulte
conveniente, señor. COMERCIANTE DE TELA Es
el más delicado, se lo aseguro,
señora. MUJER Y
es una ganga por veinticinco
dinares. GABRIELLE Ellos
siempre dan al vendedor lo
que les pide. Nadie intenta regatear el precio.
XENA Exacto.
Y no hay discusiones.
¡Todos son demasiados
corteses! GABRIELLE ¿Cómo
fue el herrero cuando
hablaste con él? XENA Perfecto.
El contestó correctamente a
todas mis preguntas y tenía la tienda más
ordenada que jamás he visto. GABRIELLE ¿Y? XENA Digamos
que este lugar me hace ser cautelosa. Gabrielle,
hasta los caballos estaban nerviosos. Y
eso me hace sentir aún más recelosa. GABRIELLE Pero
mira a tu alrededor, Xena. Todos
parecen muy felices y el
pueblo es obviamente prospero. Xena
observa que la caravana de carros finalmente ha llegado y que
temporalmente acampa en un gran edificio comunitario. Un hombre alto
vestido con ropa elegante sale de una panadería seguido de una joven
mujer. HOMBRE ALTO Bienvenidos
a Paraíso, amigos. Mi
nombre es Vicus y ésta es mi esposa.
Como pueden ver, Paraíso
es… bueno, Paraíso. Los
recién llegados sonríen y parecen relajarse con la naturaleza amistosa
de Vicus y su sonriente esposa. VICUS Sé
que todos estáis cansados. VARIOS RECIEN LLEGADOS ¡Si! VICUS ¡Y
posiblemente hambrientos! MUCHACHITO
DEL GRUPO ¡Yo
claro que sí! El
grupo ríe de nuevo. VICUS Bueno,
tenemos pan fresco y aguamiel para
vosotros como un pequeño regalo
de bienvenida. Si los hombres queréis acompañarme
al edificio de la comunidad, podremos arreglar
las cosas mientras vosotras vais a
la panadería con mi esposa. ESPOSA ¡Hola
a todos y bienvenidos! Venid
conmigo y os daré pan
fresco. ANCIANO ¡Y
no olvides el aguamiel! El
grupo se ríe nuevamente. ESPOSA ¡Claro,
y el aguamiel! GABRIELLE Bueno,
es una buena bienvenida, Xena. Seguro
que no han tomado pan
fresco en el camino. XENA Sí, demasiado buena.
GABRIELLE ¡Oye,
esa tiene que ser Tessa! Es
igual que su madre cuando tenía
su edad. ¿No crees que deberíamos...? XENA Después.
Primero quiero averiguar qué
está pasando con los hombres. GABRIELLE Muy
bien, iré a ver qué puedo
averiguar de las mujeres. FUNDE
A: EXT.
EDIFICIO DE LA COMUNIDAD La
luz dentro del edificio es escasa, pero se pueden ver con facilidad las
figuras de diferentes hombres sentados en varias sillas colocadas formando
un semicírculo. Cada hombre tiene un vaso en la mano. Vicus está de pie
en el frente del cuarto. VICUS ...
viaje tan agotador. Estoy seguro de después de
una buena comida y una buena noche de descanso estaréis
listos para comenzar vuestra nueva vida aquí, en Paraíso. DOS
HOMBRES ATRAS Sí. VARIOS
HOMBRES EN LA PRIMERA FILA Gracias. VICUS Bueno,
¡pues eso ya está arreglado! Cuando terminéis con
vuestro desayuno volved aquí y firmaremos
los papeles de vuestras nuevas tierras.
¡Disfrutad del regalo de bienvenida, pan
fresco y aguamiel! Los
hombres se ponen en pie para irse, sonriendo, pero obviamente cansados por
el viaje. Vicus se dirige a la puerta y estrecha la mano a cada hombre
mientras se van. El último hombre es aquél con el que Gabrielle habló
en el camino. Se detiene frente a Vicus y comienza a hablar. JOVEN Vicus,
he estado pensando y me gustaría mucho
ver mis tierras esta noche. VICUS Pero,
ya está oscuro y no podrías ver
mucho a estas horas. JOVEN Sí,
pero al menos la sentiría bajo mis pies.
Yo... Nosotros hemos confiado en tu palabra y te
dimos nuestros dinares por tierra que nunca hemos visto. VICUS ¿Ahora,
Theos, no confías en mí? THEOS Sí,
confío en ti... Sólo pensaba que dormiría
mucho mejor después de ver mi
tierra y la tienda que prometiste. VICUS Estás
cansado, Theos. Ve y busca a tu mujer, toma
una buena cena, y disfruta el aguamiel. Duerme
bien esta noche y mañana lo verás. Todo
lo que prometí se os mostrará
por la mañana. Theos
parece satisfecho y asiente para mostrar su acuerdo; luego se va. Vicus
mira en todas direcciones en la habitación, y se centra en la ventana en
la parte de atrás del edificio. No puede ver a nadie, pero parece saber
que hay alguien ahí. Apaga todas las antorchas y se va, mirando una vez más
a la ventana antes de cerrar la puerta. CORTE
A: EXT.
CAMPAMENTO - NOCHE Gabrielle
se desplaza entre los recién llegados, sonriendo mientras ellos la
saludan. La mayor parte de las personas están contentas, pero algunas
mujeres parecen pesimistas, especialmente la esposa del hombre con el que
Gabrielle había hablado en el camino.
GABRIELLE ¡Hola!
Veo que todos llegasteis aquí sanos y salvos.
ESPOSA
DEL JOVEN (solemnemente) Sí.
Ha sido un viaje largo. GABRIELLE Mi
nombre es Gabrielle. MUJER Soy
Sela. GABRIELLE Desde
luego hay muchas personas trasladándose
aquí. ¿De dónde sois? SELA Somos
de Plyos. Mi esposo
es un artesano. GABRIELLE ¿De
verdad? ¿Qué es lo que hace? SELA Es
alfarero. Su trabajo es
bien conocido en Plyos y sus obras
son muy apreciadas. GABRIELLE ¿Su
nombre es Theos? SELA Si,
¿has oído hablar de él? GABRIELLE ¡Claro
que si! Sus obras son muy conocidas.
¿Por qué os estáis trasladando? SELA (frunciendo
el ceño) Vicus…
dijo que podría ganar más
dinares por su trabajo aquí,
en Paraíso. Gabrielle
nota el rechazo de Sela y profundiza. GABRIELLE ¿Y
no estás segura de si fue acertado mudarse?
SELA No
creo que fuera necesaria la mudanza.
Nos iba bien en Plyos. La
gente recorría mucho camino para
comprar sus mercancías. No estoy feliz
de estar lejos de mi familia… y no
había necesidad de mudarse a otro lado. GABRIELLE ¿Pero...? SELA Pero
Vicus es un elocuente orador y
convenció a Theos para mudarse. GABRIELLE Ya
veo, pero... seguro que si observas a
tu alrededor te darás cuenta de que Paraíso
es un buen lugar, ¿no? SELA Sí,
aparentemente lo es... Gabrielle
hace otra pausa al escuchar que viene otro “pero”. SELA (continúa) Pero,
no confío en Vicus. GABRIELLE ¿Hay
algo en particular que
te haga sentir así? SELA No,
sólo un presentimiento que tengo. Y
algunas de las mujeres están
de acuerdo conmigo. GABRIELLE ¿De
verdad? SELA Sí,
sus esposos son también famosos
artesanos que fueron influenciados
por las palabras de Vicus. Sela
oye que los hombres regresan al campamento y vuelve a la preparación de
la comida, terminando así la conversación. GABRIELLE Bueno,
espero que la mudanza
os sea provechosa. Gabrielle
se aleja del campamento y observa a los hombres regresar con sus familias.
GABRIELLE (continúa,
para sí) Probablemente
Xena tenga razón. Si es demasiado bueno
para ser cierto, probablemente lo sea. FUNDE
A: EXT.
EDIFICIO DE LA COMUNIDAD - NOCHE Xena
se encuentra en un lugar protegido cerca de la ventana del edificio.
Observa cómo Vicus apaga las antorchas y echa un último vistazo a su
alrededor deteniéndose para mirar por la ventana trasera. Xena se adentra
más en las sombras para eludir su mirada. XENA (susurrando
para ella) Bueno,
Vicus… ciertamente eres muy
generoso. Veamos si también mantienes tus promesas.
FUNDIDO A NEGRO.
| |||||
FIN DEL ACTO DOS |